sábado, 18 de julho de 2009

Algunas Mejoras para el Novus Ordo Missae.

Muchas veces en este último tiempo, hemos escuchado sobre las supuestas "reformas" al Novus Ordo Missae, por parte de S.S. Benedicto XVI, algunas de las cuales ya se encuentran contenidas en la nueva edición del Misal Romano, que pronto saldrá a la luz. Es por ello que les presentamos, en 10 puntos sencillos, las DESEABLES mejoras para el Novus Ordo Missae, que podrían, en parte, eliminar algunos abusos litúrgicos existentes. El presente texto ha sido tomado del blog Christus Vincit, y ha sido traducido, adaptado y aumentado por Sacram Liturgiam. Esperamos sus comentarios.
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1.- Suprimir las opciones de no rezar el "Confiteor" durante el rito penitencial. El suprimir el "Confiteor" no expresa adecuadamente un reconocimiento del pecado cometido. (Esto es de gran necesidad para la Iglesia, de manera de recuperar el sentido del pecado personal.)

2.- Revisar el Leccionario y restaurar los pasajes bíblicos omitidos. (Al igual que las lecturas tomadas en los últimos domingos después de Pentecostés en la Forma Extraordinaria del Rito Romano, llamado también 'Usus Antiquior').

3.- Hacer que el Credo Niceno (de Nicea y Constantinopla) sea el único utilizable para la Santa Misa. (Por desgracia, la nueva edición del Misal Romano contiene la opción de utilizar el "Credo de los Apóstoles").

4.- Restaurar las oraciones del ofertorio (relativas al ofrecimiento de pan y vino) a las correspondientes a la forma extraordinaria del rito romano. (Estas oraciones realmente logan captar profundamente la intención del celebrante y son mucho mejores que las oraciones que tenemos ahora, las cuales son de un claro origen judaico).

5.- Suprimir las Plegarias Eucarísticas para Misas con niños, y las Plegarias Eucarísticas de la Reconciliación. Ellas contienen fórmulas que muestran una fe muy banal. Si bien, estas son totalmente válidas, no se observa la necesidad de éstas. Y entrando en el tema de las Plegarias Eucarísticas, sería útil reformar las Plegarias Eucarísticas II-IV (Sí, la Plegaria Eucarística II, que es la Plegaria Eucarística del Padre Rapidín!), agregando referencias explícitas hacia el sentido Sacrificial de la Misa, que es primordial. Si se necesitan más Plegarias Eucarísticas, podríamos mirar algunas anáforas de los Ritos Orientales: La anáfora Maronita es particularmente muy buena (se podría adaptar para el uso romano).

6.- Restaurar las rúbricas antiguas que corresponden al Canon Romano. Las múltiples genuflexiones y bendiciones, no son simples repeticiones, sino que refuerzan el aspecto ceremonial de la Sagrada Liturgia en los puntos más importantes de la Plegaria. (También recuperar el énfasis en la expresión "Nobis quoque peccatoribus").

7.- Mover o eliminar el signo de la paz. (Quizás sería una mejor idea eliminarlo, ya que es un abuso en la mayoría de los casos, ya que pasa de un saludo litúrgico (la paz sea contigo), a un saludo profano (y más que eso: Hola!, ¿Cómo estás?, ¿Cómo están tu esposa y tus hijos?; o bien, se dan un grande y sonoro beso. Podría quizás, en caso de querer mantener este rito, hacerse antes del ofertorio.)

8.- Restaurar la opción de recitar el último evangelio (de hecho, son escasas las oportunidades en que podemos escuchar el primer capítulo del Evangelio según San Juan). Podría pensarse en ello como una especie de "epílogo" de la Santa Misa. Por otro lado, sería útil restaurar la obligación de rezar las "preces leoninas", o bien, una adaptación de ellas, como modo eficaz de acción de gracias después de haber recibido al Santísimo Sacramento y de haber participado de la Santa Misa. (Es una excelente idea, pero no creo que al Padre Rapidín le guste!)

9.- Que toda la "Liturgia Eucarística" sea hecha en la misma dirección que la gente, es decir, "Ad Orientem", y que el sacerdote solo quede "de cara al pueblo" para los momentos en los cuales "dialoga" con el pueblo fiel. (Sería muy interesante la obligación, además, de rezar el Confiteor ("Yo confieso"), el Gloria, la Oración Colecta y el Credo, también de forma "Ad Orientem", es decir, todos mirando hacia la Cruz, y que el sacerdote solo se de vuelta hacia el pueblo cuando entre en diálogo con él.)


10. Restauración de las vestimentas sagradas. Honestamente, ¿Podemos decir que la Liturgia es mejor sin amitos, cíngulos, manípulos, o bien, con las nuevas "modas" en vestiduras litúrgicas, como "ponchos", y casullas surrealistas (si es que las ocupan)? ¿Realmente las nuevas modas litúrgicas excitan la piedad y elevan el corazón hacia los Sagrados Misterios?
fonte:sacram liturgiam