sábado, 30 de abril de 2016

Hijos Míos, para enamorarse del Señor es necesario enamorarse de María, conocer el gran secreto de María que es el Amor Infinito de Dios. A través de esta Madre y Reina encontrarán el Camino y la Guía para ir al Sagrado Corazón de Jesús.


sábado, 30 de abril de 2016

Hijos Míos, para enamorarse del Señor es necesario enamorarse de María, conocer el gran secreto de María que es el Amor Infinito de Dios.


Queridos hijos, les llamo a refugiarse en el Inmaculado Corazón de María en estos tiempos de tribulación y de confusión. En el Corazón Inmaculado de María encontrarán la Paz y la Luz porque en su Corazón Inmaculado está Jesús, Rey de la Paz y Vida Eterna.

Hijos Míos, para enamorarse del Señor es necesario enamorarse de María, conocer el gran secreto de María que es el Amor Infinito de DiosA través de esta Madre y Reina encontrarán el Camino y la Guía para ir al Sagrado Corazón de Jesús. Así, como el Espíritu Santo me lo iba indicando en mi vida de Nazaret con Ellos.



 Hijos Míos, para llegar a conocer a Jesucristo primero deben  conocer a María Santísima. Caminen por este Sendero de Amor que la Divina Voluntad le pide al Ejército Mariano, llegar a María para llegar a Jesucristo. Les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amen.

Hijos Míos, no desconfíen de Dios.Esperen en el Señor. Oren con paciencia. No den lugar a Mi Adversario, renegando de sus problemas y quejándose de sus situaciones.


Hijitos Míos, los miro con Ojos de Misericordia. 

   Mis Ojos Maternos están sobre cada uno de ustedes. Yo conozco bien las intenciones y los sufrimientos de sus corazones. Yo presento sus oraciones a Mi Hijo Jesús

    Hijos Míos, no desconfíen de Dios. Por muy oscuro que se encuentre vuestro caminar no desconfíen del Señor.Esperen en el Señor. Oren con paciencia. No den lugar a Mi Adversario, renegando de sus problemas y quejándose de sus situacionesSino más bien, ofrézcanse. Ofrezcan sus sufrimientos, sin medir. Totalmente ofrézcanse sin miedo y sin reserva. Porque el alma justa alcanza siempre la Misericordia de Dios. 

    Hijos Míos, estoy con vosotros. Les animo a seguir. Porque el seguimiento de Mi Hijo es el Camino del Calvario con la Cruz a cuesta


    Hijos Míos, oren mucho y carguen sus cruces, sin miedo y sin desconfianza. Ofrezcan sus sufrimientos por los pobres pecadores, por la Iglesia, por las almas que no conocen a Dios. Les amo y les bendigo. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.